Cuando estamos aprendiendo a hacer preparados histológicos, es normal que nos enfoquemos en cumplir cada paso del protocolo, pero en algún momento aparece esa pregunta que marca un cambio: ¿Esto que hice está bien?
Este material no es una lista para seguir al pie de la letra. Es una invitación a detenerte un momento, observar con atención tu propio trabajo y empezar a desarrollar criterio técnico. No para buscar la perfección, sino para entender qué salió bien, qué se puede mejorar, y por qué eso importa.
Artefacto histológico, ¡lo que queremos evitar!
Desde el punto de vista técnico, un artefacto es una estructura que no forma parte del tejido original, pero que aparece en el preparado debido a alguna alteración durante el proceso técnico. El desafío es poder reconocer estas alteraciones y no confundirlas con estructuras normales o lesiones reales, ya que en ciertos casos pueden incluso interferir con el diagnóstico.
Por eso es importante desarrollar el criterio para identificarlos, entender cómo y por qué se producen y, en lo posible, aprender a prevenirlos. En la práctica, pueden observarse artefactos muy comunes (como pliegues, burbujas, roturas), y otros menos frecuentes que también conviene conocer.
Los artefactos pueden surgir en cualquier etapa de la preparación histológica, desde la obtención del tejido hasta el montaje final.

1. Calidad del corte
Un corte adecuado es aquel que tiene un espesor uniforme, sin pliegues ni rupturas.
¿Qué buscar?
- Espesor uniforme.
- Ausencia de pliegues o roturas.
- Ausencia de melladuras en la cuchilla.
- Evitar usar cuchillas desafiladas.
- Corte bien posicionado en el portaobjetos.
Errores comunes: cortes demasiado gruesos, con arrugas o con tejido roto, melladuras en la cuchilla.
2. Adherencia al portaobjetos
Si el corte se desprende durante la coloración o el montaje, se pierde el material. La adherencia depende del medio utilizado (como gelatina en el baño de flotación), del uso de portaobjetos cargados y del secado adecuado.
¿Qué buscar?
- Corte adherido, sin zonas sueltas.
- Que se mantenga en su lugar durante todo el proceso
Cuidado con: La técnica a realizar posteriormente: en tricrómicos o inmunohistoquímica se recomienda usar portaobjetos cargados.
3. Técnica de coloración u otra
Una buena tinción permite diferenciar los componentes celulares y/o tisulares.
¿Qué buscar?
- Contraste entre las estructuras.
- Colores definidos, sin sobrecoloración.
- Coloración uniforme en todo el tejido.
Errores frecuentes:
- Tinción débil o muy intensa.
- Precipitados de colorante por no filtrar previamente.
4. Montaje
El montaje final no es un detalle menor. Un cubreobjetos mal colocado o una burbuja pueden arruinar la observación. El medio de montaje debe estar bien distribuido y libre de impurezas.
¿Qué buscar?
- Cubreobjetos en una posición adecuada.
- Ausencia de burbujas
5. Representación del material
Tiene que estar representada toda la cara de corte del material.
¿Qué buscar?
- Que el tejido esté totalmente representado en el corte obtenido.
- Buena orientación del material en el bloque de parafina: el corte debe permitir identificar capas, límites y relaciones
Ningún preparado sale perfecto a la primera. Y está bien que así sea.
Si el corte se arrugó, si algo se desprendió, si la tinción no quedó como esperabas… no lo veas como un fracaso, sino como una señal de que hay algo para ajustar, para entender mejor, para probar de otra forma.
Pregúntate: ¿Qué puedo hacer distinto la próxima vez? ¿Qué aprendí de esto?
Porque ser buena técnica no es hacerlo todo impecable desde el primer intento, es aprender a mirar tu trabajo con atención, detectar lo que podés mejorar y tener la disposición de seguir aprendiendo siempre.
Referencias
- Rolls, G. O., & Farmer, N. J. Artifacts in histological and cytological preparations. Leica Biosystems.
- Ross, M., (2007), Histología: Texto y atlas color con Biología Molecular y Celular. Editorial Médica Panamericana
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